sábado, 18 de febrero de 2012

War horse de Steven Spielberg

Ya desde el título de la última película de Spielberg, "Caballo de guerra", nos están tomando el pelo, porque poco de guerra hay en esta película, sobre todo si la comparamos con la excelente "Salvar al soldado Ryan". Mejor hubiera sido llamarla "La vida de este caballo" o "Un caballo y su destino".
Lo que vemos en pantalla son los acontecimientos por los que Joey, el caballo, transita a lo largo de lo que conocemos de su vida, desde su nacimiento hasta su regreso a casa. Y su trayectoria vital abarca todo tipo de situaciones, nos encontramos ante el caballo total, lo mismo ara campos impracticables que carga armamento pesado, es el más veloz en carrera pero también es pausado con las amazonas novatas. Además posee todas las cualidades que ya quisiéramos para nosotros mismos, tanto estécticas, guapo, elegante, con porte; como éticas, compañerismo, pone la otra mejilla, no se echa atrás ante la dificultad, ... La épica está servida.
El problema, por otra parte bastante habitual en la filmografía de Spielberg, es que todo lo envuelve el sentimentalismo más ramplón, aquel en que en todo momento hay que conmover al espectador hasta intentar obtener la lágrima fácil, logrando situaciones que dan grima de lo empalagosas que son (esa conversación noctura entre el abuelo y la nieta se lleva la palma). Aun así, entre tanta morralla, existen un par de momentos que merecen la pena, como son el plano desde el ojo del caballo en el establo y esa panorámica del campo de batalla, entre lúgubre y tétrica, en calma tras los bombardeos.
P.D.: ¿por qué los alemanes y los franceses hablan entre ellos en inglés? Me temo que la taquilla, a los estadounidenses no les gusta mucho leer subtítulos, manda.

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