martes, 5 de abril de 2011

Tóxico de Charles Burns

Charles Burns ha pasado de un "Agujero negro" a un mundo de color; aún así, éste sigue siendo el mismo: jóvenes con dudas interiores y adicciones, deformados, mutantes. Ya desde la portada, nos ofrece un homenaje a Tintín y su álbum "La isla misteriosa", pero no queda ahí, a lo largo de la historia demuestra que no es ocasional; lo vemos en la segunda viñeta de la primera página (ese perfil), el cómic que lee en la cama (Nitnit) y por supuesto en los omnipresentes huevos. Todo empieza en un sueño, donde también aparecen extractos de la realidad; y tras despertar, se narra la vida del protagonista - Doug -, intercalando los mundos en función del relato. Tanto para un mundo como para el otro, diferencia a los personajes en el trazo, buscando la línea clara en el onírico y su trazo habitual en el real, aunque también sucede que uno se mete en el otro. El porqué Doug tiene ese golpe en la cabeza y toma tantas pastillas, los huevos, si ambos mundos están unidos el uno al otro (como en "Mulholland Drive"); serán cuestiones que espero que se resuelvan, lo antes posible, en las próximas entregas. La siguiente ya tiene nombre: "La colmena".

2 comentarios:

  1. Todavía recuerdo la "Isla misteriosa" y tengo pesadilla con la araña gigante ¡Qué miedo!
    Ikk, Ikkk, Ikkk!! :D

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  2. Aún más terrorífico sería encontrarte por la calle a las criaturas mutantes de "Agujero negro", puedes echarle un vistazo en:
    http://www.fantagraphics.com/index.php?option=com_myblog&show=Black-Hole-Tribute-in-125.html&Itemid=113

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