viernes, 14 de octubre de 2011

Un lugar equivocado de Bretch Evens

Ya desde la portada se puede comprobar que nos encontramos ante un cómic diferente. Se nos presenta con un formato algo menos apaisado de lo normal, y en vez de dibujos, tenemos acuarelas. Pero cuando empieza la lectura, la sorpresa es aún mayor y mejor; las viñetas no existen como tales, no se encuentran delimitadas en un espacio fijo, sino que fluyen a lo largo de la página, que es tratada como un lienzo en blanco, el cual se va pintando en función de las acciones de los personajes. Los bocadillos tampoco existen, simplemente leemos texto, al cual se le ha asignado un color distinto a cada uno de los personajes para poder así diferenciarlos, un color que además representa la personalidad de cada uno de ellos. La composición de las páginas es brillante a la par que cambiante, unas veces las viñetas son composiciones horizontales, otras en cuadrillas, se modifican en número de una página a otra, utiliza los contrastes de composición y color indistintamente, pasamos de páginas monocolor y sobrias a otras contiguas exuberantes y lujuriosas, existen multiples acciones encadenadas en la misma viñeta, cada una de las escenas están tradadas de forma diferente, ... Sobresaliente ejercicio de estilo.
Y si el continente es impresionante, el contenido no se queda atrás, aunque la historia sea simple y sencilla como la vida misma, la de dos amigos de la infancia, que transcurridos unos años tras dejar atrás el instituto, no pueden llevar una vida más opuesta. Mientras Gert ha convertido el compañero gris de la pandilla y no ha podido/sabido ascender en la escala social, a Robbie le ha sucedido lo contrario. Sin comerlo ni beberlo, se ha convertido en toda una estrella, simplemente por estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, siendo indespensable para cualquier evento, y claro, todas las chicas están coladas por él.
El cómic se divide en tres actos y un epílogo. En el primero la acción se sitúa en la casa de Gert, donde actuando como un perfecto anfitrión, la ausencia de Robbie, aunque se encuentra presente en todas las conversaciones, hace que la fiesta se convierta en una desilusión para todos los invitados; en el segundo se retrata la vida hedonista de Robbie; y es en el tercero donde ambos se unen, haciendo que las diferencias entre ambos se hagan más evidentes, notorias y dolorosas. Tras concederle el premio de la audacia Angoulême 2011, Bretch Evens demuestra en este sorprendente "Un lugar equivocado", que hay que seguirlo de cerca.

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