domingo, 16 de diciembre de 2012

The newsroom, primera temporada

La cadena HBO le ha dado carta blanca a Aaron Sorkin para que guionice una de sus series, con todo lo que ello conlleva. De antemano sabemos que constará de diálogos afilados con infinidad de réplicas y contrarréplicas, frases ocurrentes y resabiadas, múltiples juegos vocales, cantidad de datos que aporten credibilidad y verosimilitud al relato, ...
Que mejor sitio que emplazarlo todo en una redacción de televisión, la ficticia ACN, que va a empezar desde cero a crear su nuevo noticiario. Todo ello a consecuencia de que su presentador, Will McAvoy (un portentoso Jeff Daniels), decide que es el momento de tomar partido por su país tras la pregunta (y sobretodo su respuesta) del millón de una universitaria en un debate. Y no va a ser de manera partidista, sino mirando a los hechos de frente, sin ningún tipo de cortapisas y sin que haya que pagar por los favores recibidos o por aquellos que se van a acabar de recibir. Pero esta nueva etapa del informativo, hará que Will y su equipo se enfrenten a la dirección de la cadena debido a sus intereses pecunarios, la audiencia y los patrocinadores sí son importantes para ellos.
Para poner en funcionamiento su nuevo programa contará con la colaboración de su amigo y valedor Charlie Skinner (Sam Waterston), el presidente de la división de noticias del canal, y la solvencia y profesionalidad de una nueva productora ejecutiva, MacKenzie McHale (Emily Mortimer), que casualmente ha sido la última exnovia formal de Will. Éste será el triángulo sobre el que se vertebra toda la serie, pero en una redacción caben muchos más personajes, y con ellos, más tramas.
De entre todos ellos unos destacan más que otros, siendo Jim Harper, Maggie Jordan, Don Keefer, Sloan Sabbith y Neal Sampat, los que se llevan el gato al agua. Salvo el último, metido con calzador, el resto, además de sus actividades profesionales en el programa, jugarán la liga del amor entre ellos, una liga que no tiene un vencedor claro y que será el otro motor de la serie.
Pero "The newsroom" se queda a medias de todo lo que nos quiere ofrecer. Hay momentos espectaculares, ese primer episodio donde vemos la gestación de la noticia; con otros sonrojantes, ese correo enviado por MacKenzie urbi et orbi. Buscan ser ecuánimes, pero siempre castigan al mismo partido, de ahí las enfrentadas valoraciones americanas de la serie, según el medio en que se lean. En definitiva, será la segunda temporada la que despeje las dudas de si aquí hay sustancia.

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