sábado, 16 de febrero de 2013

Boardwalk empire, tercera temporada

En la segunda temporada, Nucky tuvo que plantarle cara a su antiguo ahijado Jimmy Darmody, al que apoyaban su padre, el comodoro Louis Kaestner y también antiguo mentor de Nucky, y Eli, el despechado hermano de Nucky. La familia siempre unida.
Todos sabemos como acabó la cosa, pistola en mano de Nucky y un tercer ojo en la frente de Jimmy. Para llegar a esa situación Nucky había conseguido que todos los capos con los que hacía negocios se pusieran de su parte e hicieran frente común sobre Jimmy. Una vez eliminado el molesto dolor de muelas, todo sería coser y cantar.
Así que la temporada acabó y no se vislumbraban nubarrones por ningún lado, todo era un remanso de paz. Pero ésta nunca es eterna, siempre hay un nuevo jefecillo que quiere sacar la cabeza y hacerse respetable, adquirir poder y notoriedad, subir en el escalafón social. Sólo hay que ponerle nombre y apellido, en nuestro caso Gyp Rosetti (Bobby Cannavale).
Rosetti encarna al prototipo de gánster que bajo la piel de cordero, aunque su apariencia se aproxime más a la de un oso, se encuentra un lobo. Delicado con las mujeres, antes de llevárselas a la cama, no tiene reparos en mostrar su verdadera personalidad ante los hombres. Ante ellos, cualquier injerencia, desplante o mofa hacia su persona, es capaz de sacarlo de sus casillas, emergiendo la ira y la violencia en su estadio más brutal, sólo para satisfacer sus necesidades más primarias. Es una némesis perfecta para Nucky, ya que ambos desean el mismo objetivo, aunque para alcanzarlo utilizan medios diferentes. Donde Rosetti pone la cara, y sobre todo sus brazos; el otro manda a algún acólito a realizar el trabajo, quedando de esta manera su traje impoluto. Esta lucha entre ellos es el leitmotiv de esta tercera temporada, desde el inicio hasta el final. Es por ello que, tal como indica el cartel de la temporada - "no puedes ser un ganster a medias" -, cada uno de ellos pondrá toda la carne en el asador, de lo contrario la pelea no duraría más de un asalto.
Pero a la serie hay que darle un poco más de vidilla, así que aparecen las subtramas, en donde los personajes secundarios, o no tanto, darán un paso adelante, aunque éstas no aportan demasiado al conjunto. Entre ellas destaca, aunque no sea la más importante, esa historia de amor que se asomó en el pasado entre Margaret (ahora) Thompson y Owen Sleater, que ahora parace asentarse aunque nunca discurrirá por un camino seguro, todo porque Nucky, debido a su gran sex appeal de dinero y poder, se ha buscado nueva compañía. También está la singular relación entre Gillian Darmody y Richard Harrow, cuyo nexo de unión es el hijo de Jimmy, que poco a poco se irá agrietando, generando cada uno de ellos un spin-off dentro de la propia temporada, donde cada uno de ellos quedará retratado.
Nelson Van Alden ha dejado de existir como tal, así que su nuevo alterego, George Mueller, tiene que buscarse la vida con su nueva pareja e hija; el trabajo de vendedor de planchas le hace conocer nuevos personajes que le introducirán, aunque él no quiera, en ambientes poco deseables. Pero es el nuevo personaje de Gaston Means (Stephen Root), un conseguidor en el peor sentido de la palabra, el que se lleva todos los honores. Aunque aparece poco por la pantalla, sus actuaciones son prodigiosas. Con su cara de no haber roto un plato en su vida, es capaz de mover los hilos en las altas instuticiones, atrayendo hacia su persona todos los favores, siempre a cambio de una importante cantidad de dinero, que sean necesarios para beneficiar a sus amigos.
Esta tercera temporada funciona a un buen nivel, pero no alcanza las cotas de las dos primeras, salvo en el sensacional penúltimo episodio "Two impostors". De entre la pelea entre la fuerza bruta (Rosetti) y la inteligencia (Thompson), está claro quien saldrá vencedor. Nos encontramos ante una temporada de transición, en donde la llamada realizada por el Secretario del Tesoro Andrew Mellon, pero dirigida por Means, en el último episodio, seguro que nos deparará fuertes emociones en la cuarta temporada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario