jueves, 20 de septiembre de 2012

Cumbres borrascosas de Emily Brontë

"Somos tan mudables como las veletas".
Esta frase se puede atribuir a todos y cada uno de los personajes que habitan este extraordinario libro, aunque a Heathcliff, el protagonista principal, lo meto con calzador en esta afirmación.
Nos encontramos ante una historia donde se conjugan varias temáticas, donde el amor convive con el odio, la naturaleza con lo sobrenatural y lo idílico con lo tenebroso.
A partir de unos pocos personajes que viven en dos granjas - la de los Tordos y Cumbres Borrascosas - separadas por unos pocos kilómetros, que poco a poco se irán entrelazando entre ellos mediante lazos maritales, se teje una tela de araña donde uno queda definitivamente atrapado.
El peso de toda la historia recae en Heathcliff, un ser que desde que entra en juego siendo un niño sabemos que no es trigo limpio, que será el encargado de urdir un plan maquiavélico para cobrarse venganza del amor que nunca podrá poseer. Catherine es el deseo de sus plegarias, la persona por la que dejaría de vivir por estar a su lado, y la que lo deja en la estacada por su bien, o al menos así ella lo entiende. Ante ese rechazo, hace lo imposible para que todos los que han participado, tanto en su propia familia como en la política, pagen con intereses la ofensa a su persona.
La mediana de las Brontë nos narra todo lo que les acontece a las familias Earnshaw y Linton a partir de una prosa sencilla e inmaculada, describiendo perfectamente los lugares, tanto interiores como exteriores donde viven nuestros protagonistas, destacando la capacidad de definir con pequeños y sutiles detalles a los personajes en cada una de las diferentes situaciones que hacen frente, sabiendo mudarlas en función del momento con una simple frase. Esta capacidad de cambiar de registro, hace que los personajes se multipliquen y nunca seamos capaces de saber que esperar de ellos.
Además de lo anterior hay añadir la estructura, totalmente novedosa para la época (1847), que utiliza para contarnos la historia. A partir de un personaje, Lockwood, totalmente ignorante, al igual que nosotros, de dónde va a hospedarse buscando la tranquilidad; tras conocer a su arrendador, Heathcliff, y la camarilla que le acompaña y vive con él, no le queda más remedio que informarse quienes son cada uno de ellos. Toda esta información la descubriremos a través de un flashback, donde el ama de llaves Nelly, que no la dará como si nos contase un cuento. Técnica que también utilizará para dar conclusión a la novela, cuando Lockwood vuelva a pasar por su granja alquilada para ponerse al día de sus deberes pecuniarios y finiquitar el contrato.

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