lunes, 14 de enero de 2013

Amor de Michael Haneke

"Amor", así se llama la última película de Michael Haneke. No puede haber un título más sorprendente, basándonos en su extraordinaria filmografía, con la que titular a su nuevo trabajo. Esta palabra es la última que encajaría en su ideario cinematográfico, bueno, "La pianista" también era una historia de amor.
Pero, inevitablemente, no existe mejor palabra para definir lo que une a esta pareja de la tercera edad. Dos profesores de música, unos excelsos Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, ya jubilados, que sólo disfrutan de su vida en común. Se tienen el uno al otro.
Pero con Haneke esta situación idílica no puede durar mucho. Desde el principio sabemos como finaliza todo, los bomberos entran en su casa y encuentran a Anne (Riva) tumbada en la cama disfrutando del sueño eterno, en una secuencia que une acción, incertidumbre y, finalmente, decepción.
Antes de llegar a ese final, salvo en la salida inicial de la pareja a un concierto de música clásica - donde al contrario que al comienzo de "Holy motors", nosotros somos los protagonistas, y no los espectadores, de la función -, toda la historia se desarrollará en la casa de la pareja, que debido a la enfermedad de Anne se convertirá en su prisión. Pero la peor cárcel es el cuerpo y la mente de uno mismo, ése que no te responde y te impide hacer tu vida diaria, que no te deja expresarte y comunicarte con tu ser más querido, Georges (Trintignant). Su papel es el más duro, ver como tu esposa se va marchitando poco a poco, desapareciendo todo aquello que has amado.
Pero Haneke, al contrario que Spielberg, no es efectista, ni sentimentalista, no busca la lágrima fácil, todo lo contrario; nos zarandea, nos violenta, ver y oir lo que ocurre en la pantalla se convierte, a veces, en una tarea difícil. Todo ello con el mayor respeto hacia sus protagonistas, sin una mala palabra, dignificando a las personas sin aleccionar.
Haneke crea con "Amor" su película más íntima y humanista. Angustiosamente conmovedora.

2 comentarios:

  1. Juan Antonio, me ha gustado tu crítica, pero esta que te pongo de Juán Orellana (crítico de cine) me parece más precisa. :-)

    "Palma de Oro en Cannes, Premio a la mejor película europea, rendida adoración de la crítica internacional… y cinco importantes nominaciones a los Oscar. Sin duda Haneke es un cineasta excepcional, su trabajo en Amor es extraordinario, y no digamos el de sus intérpretes; pero en Haneke es igual de importante lo que cuenta que el cómo lo cuenta. Y lo que nos sirve en este plato de impecable diseño es una vianda de muerte que reclama una reflexión.

    El argumento, inspirado en el suicidio de una tía de Haneke, cuenta los últimos años de la vida de los parisinos Georges y Anne, un matrimonio de músicos octogenarios de reconocido prestigio y vasta cultura, la quintaesencia de la civilización europea ilustrada. Entre ellos aún existe un amor lleno de delicadeza. Tienen una hija casada que también se dedica a la música y a la que ven muy poco. Un día, Anne sufre una embolia, y queda paralizada de medio cuerpo. Comienza un proceso de degradación física y deterioro mental que pondrá a prueba a su enamorado esposo. Pero ella deja muy claro su deseo antes de perder la cabeza: “Así no tiene sentido vivir”.

    La película empieza sorprendiendo al espectador ingenuo, que llega a pensar que Haneke está irreconocible. Parece que se trata de un filme sincero, auténtico, sobre la belleza del amor humano y sobre la grandeza tierna de la vejez; pero en el minuto 40 comprendemos que Haneke no ha cambiado, que nos esperaba a la vuelta de la esquina con su filosofía nietzscheana. La película está llena de rencor hacia la vida. Para Haneke, la vida solo es vida cuando excluye el misterio del dolor, la herida del sufrimiento.

    La película tiene muchos momentos verdaderos, muchos, pero son utilizados como envoltorios de una gran mentira: la mentira de dar el poder absoluto a la propia subjetividad. Haneke es fiel a sí mismo, a su mirada sobre el mundo y a su forma de entender el cine. Su nihilismo no es visceral e inmediato. Es un nihilismo de salón, estudiado, intelectualizado e ideologizado. Es el nihilismo de la Europa cansada de sí misma, aburrida de mirarse al espejo. Precisamente el nihilismo que encandila en los festivales del Viejo Continente, y que huele a fruto póstumo de un progresismo decapado, setentero, ya rancio por su falta de horizonte ideal.

    No creo que Haneke haya querido rodar un filme sobre la eutanasia. Lo que ha hecho ha sido utilizar una situación humana trágica y conmovedora para volcar su propia mirada ideológica sobre la vida. Una mirada que nace, no de la negación del sentido, sino de la negación misma de su posibilidad. También Iñárritu en Biutiful se enfrenta a la enfermedad terminal y a la muerte pero, no siendo creyente, es honesto con la razón y deja abierta la puerta a lo ignoto, a un significado que esté más allá de nuestro estrecho perímetro. Haneke no quiere ni oír hablar de eso, como ya ha demostrado en sus anteriores películas."
    Un abrazo. Iván
    http://www.aceprensa.com/articles/amor-film-2013/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que yo no soy crítico de cine, pero no por ello mi análisis no es que no pueda ser tan preciso como el del sr. Orellana, sino que será distinto, o no, ya que cada uno tiene su visión personal.
      Lo que sí me sorprende es lo siguiente, que la película "está llena de rencor hacia la vida", con la que estoy del todo en desacuerdo, sobre todo cuando a continuación nos habla del "misterio del dolor". Claro, son opiniones subjetivas, su mirada personal, justo lo que le reprocha a Haneke. Lo importante es ver si lo que el director nos cuenta está bien ejecutado, si la historia tiene interés, sea o no de nuestro agrado, sin dogmatizar ni moralizar.
      Me gustaría conocer su opinion de la magistral "Rompiendo las olas" de Trier, donde el misterio del dolor, a través de una forma bastante poco ortodoxa, conduce a la vida.
      Y a ti, ¿te ha gustado "Amor"?

      Eliminar