lunes, 19 de septiembre de 2011

El árbol de la vida de Terrence Malick

Tras la decepcionante "El Nuevo Mundo", Terrence Malick se queda muy cerca de alcanzar la gloria absoluta tal como lo hizo en "La delgada línea roja".
Y la misión no es baladí, conjugar en una película el origen de la vida y el universo, el presente y la extinción del planeta y la humanidad no está al alcance de muchos, salir airoso aún menos, el último que triunfó fue Stanley Kubrick con "2001: una odisea del espacio", y ya han unos pasado años.
Para conseguirlo sólo hace perfeccionar hasta límites insospechados todo lo que ya estaba en su obra, tratar las imágenes de una forma poética, pictórica e hipnótica de extrema belleza y mezclarla con música clásica o una voz en off que nos narra los acontecimientos, siendo el diálogo mínimo entre los actores; todo se determina a partir de los actos, gestos y pensamientos de los protagonistas. Y ellos somos nosotros o nuestros antepasados o los futuros moradores, simplemente, como Job, estamos en este mundo para sufrir, nada es gratuito.
Evidentemente todo es subjetivo, "lo que yo tengo en mi cabeza" según el sr. O'Brien, el padre de familia inflexible y de rígida moral cristiana, poseedor de la verdad y juez absoluto de los acontecimientos familiares, el Señor de esta pequeña comunidad compuesta por su mujer y sus tres hijos. Él dicta las leyes, pero actúa según le conviene, haz lo que yo diga, pero no lo que yo hago; ante él no hay réplica ni protesta, sólo acatamiento. Todo lo contrario que la sra O'Brien, donde el amor es lo único válido de este mundo.
Durante dos horas me encuentro enganchado, con algún altibajo, a la catarata inasible de sensaciones que me bombardea desde la pantalla, pero en los últimos diez minutos, el epílogo, el castillo se tambalea y se viene abajo, no me cuadra lo que estoy viendo con lo que antes me han contado, pero claro, también es subjetivo.
P.D.: en mi sala se salieron 8 personas, y lo entiendo, no es una película de fácil visión ni para todos los públicos, bienvenidos al metacine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario